Cuando tu barco naufragó debiste orientarte y nadar. Tomar aire y nadar; sin detenerte.
Si miras hacia atrás recordarás que te has quedado sin nada y querrás morir ahogado.
Estás solo en el mar. Concentrate en nadar, solo en eso. Si conseguis llegar a la playa, tírate sobre la arena y descansa todo lo que necesites.
¡Sonríe! Te has salvado.
Si llegas a una isla donde te ofrecen frutas y agua de coco, come y bebe para recobrar fuerzas. Pero si te ofrecen "la hija del jefe de la tribu" Solo tienes que huir, solo huye!!
Después de un fracaso se necesita analizar lo que ha pasado. Organizar la vida. Mirar quien es uno y en que fallo. Aprender a construir una barca más sólida y navegar por aguas mansas, antes de entrar en el mar... ¡Luego, solo luego elegirás bien!
Si no haces esto y te quedas con la primera compañía que te ofrecen lo menos que te puede pasar es que si te dedicas a estudiar la vida de las almejas y mejillones y descubres cómo se reproducen, tu presente pareja te acusará de haber fornicado con ellas. Pero lo peor que te puede pasar es que quien te la ofreció tenga oscuras intenciones para ello.
Adopción libre de un escrito de H Finkelstein
2 comentarios:
últimamente la mayoría de literatos me parece que no tienen nada que decir.
Segun Borges uno nunca escribe algo nuevo, solo reescribe lo que alguien alguna vez ya plasmo. Es todo circular, menos el circulo...
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