miércoles, diciembre 23, 2009

de celos injusticia y desigualdad...

Los celos son un fenómeno natural que estructura al individuo. Solo cuando hay falta puede haber deseo. Competir, ser aprobado no es en si mismo algo malo, y no obstante, la raíz de ese deseo de realización se encuentra en los celos. Es uno de nuestros motores.
Los mayores están celosos de los mas chicos y también viceversa. Cuando somos pequeños es difícil ver correr a alguien mas grande cuando uno no logra mantenerse ne pie, trepar a los arboles cuando uno apenas empieza a caminar, los celos circulan permanentemente. Padres que se ponen celosos del lugar de tal hijo frente a su madre, madres que celan a esa que acaban de tener. La abuela paterna esta celosa de la abuela materna. Las tías celosas entre si. Los padres de los hijos los hijos de los padres, entre compañeros de trabajo, y obviamente entre las parejas.
En pleno conflicto nada que se diga tendrá sentido si el sentimiento de culpa esta allí, si no nos perdonamos aquel daño que hicimos. Primero perdonarnos nosotros mismos, si no lo hacemos quien esta a nuestro lado también perderá lo que le quede de confianza, tampoco nos podrá perdonar.
No busquemos "compensar", aceptemos los hechos. El daño es lo que introduce las diferencias. Decir que nada paso, restarle importancia a las consecuencias o ignorarlas es una mentira, que puede tranquilizar o engañar a quien la dice pero quien lo sufre no se equivoca, incluso y especialmente si todo esta armado para hacer reinar la justicia.
Pero habria que preguntarse si la justicia existe fuera del concepto teórico.
La única posibilidad para impedir que los celos y las diferencias se vuelvan patológicos es reconocerlos y tolerarlos. Es reconocer nuestros errores, reconocer que hicimos daño, no ocultarlo, y mucho menos restarle importancia. Y es perdonarnos y perdonar. Aceptarnos, favorecer la singularidad de cada uno, la desigualdad es una característica de la condición humana.

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