La mirada desvalida
los brazos caidos
la boca seca
el corazon roto
las ganas evaporadas
la alegria fugada
el amor exiliado
Cuando el cuerpo y los dedos no te piden escribir es imposible hacerlo. Por eso, que el resto comprenda que dices con el silencio, se hace ardua tarea; y conseguirlo, a veces, puede ser el peso de la posible obligaci�n. No dejes nunca que la obligacion se mezcle.
Hoy
Ayer
Siempre
Me sangran los labios.
del viento
de la huida
del arrastre
de los golpes
del resguardo
de la desilusion
de las sorpresas
de las rutinas
de los frios
del adios
de ti
"Me cansa no hallarte en cada palabra"
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