Mi cuerpo no es la casa,
es el camino.
Mi cuerpo nunca empieza donde termina.
Se alarga en las ma�anas,
se recoge en las noches
y es ligero en las tardes
cuando llueve.
Mi cuerpo no es mi cuerpo,
es la huida.
Se escapa por las manos
y regresa radiante,
cuando quiere,
con los pies blandos en la tierra.
Mi cuerpo se alimenta de mi cuerpo.
Aprende del calor y del frio,
de la luzde la sombra.
Se conoce a si mismo;
No se enga�a.
La cabeza,
en cambio,
es la herida.
martes, marzo 28, 2006
Etiquetas:
Poesia
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