Coleccionista

Hay personas que dedican sus vidas a coleccionar cosas. Y así van adquiriendo e incrementando una cantidad de elementos de su interés, que pueden ir desde una interesante serie de teléfonos moviles hasta una cantidad significativa de relojes antiguos. Existen aquellos que no tienen el menor escrupulo en incluir cualquier materia o asunto y que adicionan por ejemplo la mas amplia gama de incursiones sexuales y amorosas resultando dos elementos de una misma accion, el objeto y el sujeto de su aventura, logicamente al solo efecto de incrementar su haber. Si bien la colección es un conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunidas por su especial interés o valor, ocurre que alguien se encuentra con elementos que despiertan su inclinacion por lo sofisticado, o lo extraordinario, o las dos cosas en el mejor de los casos. Estos elementos no pertenecen a una serie justamente porque son únicos en su especie, y el coleccionista hace aquí gala de sus mas extravagantes hallazgos. Hay quienes son muy cuidadosos con sus adquisiciones y hay quienes tiene un unico motivo que radica en saber que son de su propiedad. Están allí, son suyas y eso es suficiente, rara vez tendra contacto con ellas y hara lo minimo indispensable para conservarlas en buen estado. Solo le da placer saber cuantas tiene y saber que puede disponer de ellas a su entero antojo. Estos sujetos deberían saber que no todo en la vida puede ser admisible de sus innumerables acumulaciones, hay cuestiones que nunca serán asequibles en estos términos. Dichos tratamientos solo son viables en el terreno de las cosas materiales, donde quizas la dedicacion y el esfuerzo logre mantener su estado original, todo lo mas allá que quiera extenderse esta situación carece de efectividad, no quiera usted coleccionar sentimientos, miradas, emociones, relaciones, compañias, mentes y mucho menos almas. Estas, mi querido señor y en cuanto usted pretenda atraparlas, iniciaran un proceso irreversible de extinción. Lenta e inexorable extinción y al cabo de un tiempo, solo tendrá usted en su poder una triste e irreconocible sombra de aquello que fue.