miércoles, noviembre 21, 2007

Conozco las formas de tu silencio

El silencio se escribe, se ofrece a la escucha. En la escritura musical el silencio es figura y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio. En el lenguaje verbal también se grafía el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede.
Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro, el nombre con el que la tradición francesa del s.XVIII designaba al silencio del valor de una negra en música. El silencio de negra es un suspiro, el de corchea medio suspiro, el de semicorchea un cuarto de suspiro...
Esta es como es sabido, la enseñanza que nos brinda el músico norteamericano John Cage quien de modo magistral enseñó a escuchar las formas del silencio. Unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad. Carmen Pardo Salgado
Frente a este silencio, marcado con las huellas de la ausencia, se presentan ocupando los tiempos fuertes, los tiempos que obtienen la máxima audiencia de un solo oyente.
Es mas locuaz tu silencio que mil palabras tuyas, en especial porque alli no omitis nada de lo que me hiere

3 comentarios:

Equinoxe dijo...

Es que sin el silencio no habría música.

Mujer de pelo largo dijo...

The sounds of silence...

Anónimo dijo...

Hay noches en que el silencio es una boca de mujer que nos besa apasionadamente.