Ayer recordé, la mente relaciona todo el tiempo, un episodio con F ocurrido hace un tiempo, cuando aun estaba en el preescolar. Por las noches solía (y sigo haciendolo) contarle un cuento sentada junto a su cama, es una practica que deja desde distintos puntos sensaciones muy placenteras para ambos y fortalece el vinculo entre otras tantas cosas positivas. En este caso era una historia de Winnie Pooh, quienes tienen pequeños cerca sabrán de quien hablo, para los demás es un oso que vive en un bosque (sin su mama, típico de Disney) con un tigre, un canguro, un chancho, un conejo, un burro y ocasionalmente un niño (a mi también me llamaron la atención estos animales en un bosque) son amigos y desarrollan variadas y emotivas aventuras, siempre con alguna enseñanza. Por cierto no quisiera dejar pasar el hecho desafortunado de que al pobre oso le han endosado una voz de boludo que desconcentra realmente, cosa que uno evita si la historia es gráfica como en este caso. Como decía entonces, nos encontrábamos en pleno relato estando el oso en el nudo de la historia, realmente en apuros junto a otro personaje que no recuerdo y aparece entonces el niño que les mencione. Mi relato con exclamaciones y distintos tonos de voz siempre lograba que F, llegara a un estado de concentración y maravilla que su carita y sus ojos no disimulaban jamas, dignos de ser observados. Leia yo el párrafo: "- Entonces llego Christofer, el niño que siempre ayudaba tanto a Winnie y.... " En ese punto F interrumpe y dice: Hoy en el jardín nos hablaron de Christofer, pero en esa foto era grande usaba un vestido blanco y tenia barba.
miércoles, noviembre 14, 2007
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2 comentarios:
Lindo, el nene.
Mándale un saludito.
:D
En cuanto me sea posible sera entregado. Gracias
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